La banda del baterista original de los Guns N´ Roses tocó el viernes en The Roxy y festejó los 20 años de Appetite for destruction a puro cover. Aquí, crónica y fotos.

Muy cerca de las 23 horas el baterista pisó el escenario de un The Roxy caliente acompañado de Chip Z Nuff (bajo, ex Enuff Z Nuff), Michael Thomas (guitarra, ex Faster Pussycat), Kristy "Krash" Majors (guitarra, ex Pretty Boy Floyd), y Colby Veil (voz). Desde el primer acorde no hubo espacio para las dobles lecturas. Con la excusa de los 20 años de Appetite for Destruction , Adler y los suyos repasaron casi todo el disco emblema de Guns N’ Roses y uno de los mejores de la historia del rock. Esta suerte de Spinal Tap al revés –el batero queda, todos los demás cambian permanentemente– mostró oficio y nada de ganas de salirse del libreto. La mayor sorpresa pasó por el desconocido Colby Veil, quien exhibió su capacidad para reproducir buena parte de los agudos y tics de Axl –su experiencia en una banda tributo a los Guns le debe haber sido útil–.
El clima era de fiesta. La gente estaba incondicionalmente a favor de Adler y quien lo acompañara. Pero las verdaderas cartas ganadoras fueron temas como “It’s So Easy”, “Nightrain”, “Mr. Brownstone”, “My Michelle”, “Out Ta Get Me”, “Welcome To The Jungle” y “Paradise City”, entre otros. A pesar de que Chip Z Nuff se parece más a Norma Pons que a Duff McKagan, esas canciones siguen siendo jodidamente demoledoras. Mientras Axl sigue estirando ese cuento de la buena pipa conocido como Chinese Democracy ; Slash y Duff insisten con Velvet Revolver; y de Izzy Stradlin se sabe poco y nada; el bueno de Steven rueda por el mundo con su quiosco de covers. Afortunadamente, la verdadera furia y brillo de Appetite for Destruction sólo necesita un play para volver a la vida.
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